Indicaciones de TC y RM en ORL, coste efectividad

La idea de realizar un estudio sobre las indicaciones de TC y RM en Otorrinolaringología, sobre cómo y cuándo solicitar este tipo de exploraciones es bastante antigua.

Carlos Almodóvar, Carlos Domingo y Guillermo Plaza

Publicación 19-10-2015

Prólogo

Así pues, pretendemos realizar una pequeña puesta al día que nos permita tener una guía de referencia para ello. Por otra parte, “la salud no tiene precio” pero cuesta dinero, consume recursos, y cada vez más, tanto por el envejecimiento de la población como por la aparición de nuevos métodos diagnósticos o de tratamiento.

El consumo de recursos por parte de la sanidad cada vez es superior y avanza su proporción en el PIB. Antes de la aparición de la crisis económica era difícilmente asumible este consumo, pero tras el inicio de la crisis se ha vuelto absolutamente necesario el tratar de frenar este crecimiento, para permitir el mantenimiento del sistema sanitario en unos niveles de calidad asistencial óptimos. El peso económico que la utilización de estos medios diagnósticos ejerce en los presupuestos, tanto de las administraciones públicas como por parte de las aseguradoras privadas, es enorme. Este peso económico nos puede llevar a demoras demasiado largas o a la utilización de tecnologías de TC y RM no óptimas para el diagnóstico.

El desarrollo de los métodos de imagen en la medicina ha sido portentoso en los últimos años. Este salto cualitativo nos ha permitido el diagnóstico fino y en fases iniciales de numerosas patologías, lo que ha permitido un tratamiento exitoso de enfermedades repercutiendo en una clara mejoría del paciente. También es cierto que la posibilidad de acceder a estos estudios de una forma generalizada se ha convertido en abuso en la utilización de estas técnicas. Este abuso tiene varios ejes para su desarrollo:

  1. Teniendo en cuenta que la medicina no es una ciencia exacta, el médico ante la falta de dar respuesta al diagnóstico de un paciente recurre con demasiada frecuencia, no bien justificada, a la utilización de la TC y RM.
  2. Los medios de difusión han mostrado a la población la capacidad que tienen tanto la TC como la RM para mostrar imágenes de lesiones. Sin embargo han incidido poco en las consecuencias que puede tener la utilización de estas técnicas para la salud del paciente, efecto acumulativo de radiaciones, alergia a contrastes.
  3. El paciente ante una situación de enfermedad solicita y reclama la realización de todas las pruebas diagnósticas necesarias, o las que él piensa que son necesarias, para llegar al diagnóstico correcto y de esta manera iniciar su proceso de tratamiento.
  4. La judicialización que sufre en numerosos casos la medicina, y la pregunta siempre constante del juez.: “¿Se han realizado todos los medios necesarios para la obtención del fin?,” ha ocasionado una sensación de desazón en el ejercicio de la profesión médica que ha provocado la llamada “medicina defensiva”.

Todos esto factores nos han llevado a una sobre indicación de estudios de TC y RM. El desarrollo de una técnica de imagen es un proceso con I+D largo y costoso, en el que son necesarias inversiones dinerarias muy elevadas, lo que ocasiona que el precio de venta de dichos equipamientos sea muy elevado. Con el transcurso del tiempo la adquisición de los equipamientos es más barata, tiene además unos tiempos de realización más cortos, lo que redunda en una disminución del coste de la exploración. Existen otros medios diagnósticos tanto radiológicos como no radiológicos con un coste económico muy inferior, y con unos niveles de positividad muy elevados que podrían ser utilizados en numerosos casos, permitiendo obtener el diagnóstico a un precio más moderado y reservar la TC y RM para aquellos casos que consideremos que realmente son superiores.

Así pues el propósito de esta guía es tratar de dirigir el proceso diagnóstico de diversas patologías, analizando la utilidad de otras armas como la ecografía, los PEATC, y también de métodos: una buena historia clínica, una exploración básica mediante la inspección, palpación, endoscopias, que nos permitan obtener los resultados deseados a un menor precio y lo más pronto posible. Nos hemos fijado en una serie de procesos patológicos prevalentes y menos prevalentes (pero que ocasionen alto gasto en su diagnóstico).

También hemos solicitado el esfuerzo de numerosos compañeros ORL y radiólogos con gran experiencia para que nos guíen en este campo. Es de agradecer también el esfuerzo de numerosos servicios de gestión, tanto públicos como privados, para recabar costes, y poder analizar el coste efectividad.

Dr. Carlos Almodóvar Álvarez
Jefe de Servicio Hospital Universitario 12 de Octubre
Monografía AMORL Nº 4 – Octubre 2014

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