Ageing Research Reviews, Australia.
Publicación 05-01-2022
Ageing Research Reviews, Australia.
Los pacientes diabéticos tienen un 50% más de pérdida auditiva que los sujetos sanos, y los prediabéticos un 30%; aunque la diabetes y la pérdida de audición comparten muchos factores de riesgo, la relación diabetes e hipoacusia es compleja, sobre todo debido a factores de confusión en los estudios.
La hipoacusia no se incluye como riesgo implícito en la diabetes por la Organización Mundial de la Salud, aunque existen mecanismos fisiopatológicos compartidos. La resistencia a la insulina, y la consecuente hiperglucemia, producen hipofunción de las mitocondrias, que se encuentran en alta concentración en la estría vascular del oído interno, por lo que se puede deducir una alteración en su función.
Adicionalmente, la microangiopatía y la asociación de factores de riesgo cardiovascular asociados a la diabetes afectan de forma prioritaria a la microvascularización de la estría vascular y su transporte de electrolitos, derivando en pérdida auditiva, evento bien conocido en etiología vascular de la sordera súbita.
La diabetes constituye una gran comorbilidad, que deriva en el uso de múltiples tratamientos médicos, como los antibióticos o los diuréticos de asa, medicamentos ototóxicos cuyos efectos colaterales pueden añadirse a la fisiopatología de la pérdida de audición en el paciente diabético.
La relación entre hipoacusia y diabetes no es lineal, sino un entramado complejo y multifactorial; ha de priorizarse el manejo de la diabetes y el control de la glucemia para evitar microangiopatías y afectación de órganos diana, sin olvidar que la audición del paciente con diabetes se verá resentida por los diversos factores de riesgo, asociados a su vez con su comorbilidad de base.
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