Fragilidad y presbiacusia

Envejecimiento y necesidades de las personas mayores: estrategias sanitarias para un envejecimiento saludable

ISBN: 978-84-09-305445

Manuel Manrique

Impacto positivo de la intervención precoz de la hipoacusia y de las alteraciones del equilibrio en las personas mayores: Consideraciones clínicas y socio-económicas

La pérdida auditiva es a menudo un problema silencioso

En la gran mayoría de los casos, la familia y los amigos son más conscientes del problema que el paciente. Por otro lado, aunque parece prudente para los profesionales de la salud realizar un cribado para la detección de una de las enfermedades crónicas más prevalentes que afectan a los pacientes mayores, por desgracia esto no es llevado a la práctica.

Desafortunadamente si bien los audífonos y los implantes cocleares han demostrado ser medios eficaces para tratamiento de la pérdida de audición, la tasa de penetración de los usuarios está entre 10% y 15%. Estos datos demuestran que hoy en día es necesario avanzar más en los enfoques globales del problema, facilitando la sensibilización de los profesionales sanitarios, y de la sociedad en general, y la implementación de programas de detección precoz, diagnóstico e intervención, con un monitoreo óptimo para asegurar el logro de los beneficios deseados.

Las causas de esta baja tasa en la aplicación de ayudas auditivas pueden ser las siguientes:

  • Negación del problema por la persona afectada.
  • Retraso en el momento de la adaptación de audífonos e implantes cocleares, en un sistema auditivo no estimulado durante un período de tiempo excesivo.
  • Desajuste entre las expectativas y los resultados obtenidos.
  • Estigma social asociado a la pérdida de audición que, como consecuencia del envejecimiento, conlleva una resistencia del paciente para llevar un audífono visible.
  • Abordaje parcial del problema, centrándose exclusivamente en el tratamiento de la pérdida de audición, olvidando que esta deficiencia aparece en un contexto de múltiples problemas asociados que también deben ser considerados.
  • Control inadecuado de los audífonos empleados.

Consecuencias de la presbiacusia y de los trastornos del equilibrio. Su impacto económico

El impacto de la presbiacusia y de los TE en una población que envejece, como es el caso de Europa, es alto. Si la pérdida de audición y los trastornos del equilibrio no son adecuadamente diagnosticados y tratados, se produce un impacto negativo sobre la posibilidad de envejecer de manera activa y saludable para la población europea y mundial. Como ya se ha venido señalado en este documento, la presbiacusia y los TE van a generar una serie de efectos que menoscaban la calidad de vida de nuestros mayores:

  • Impacto funcional. La pérdida auditiva y de autonomía en la movilidad reducen la calidad de vida a través de diferentes mecanismos: dificultad para la comunicación, aumento del aislamiento social, reducción de la capacidad de participar en todas las áreas de la vida social y contribuir a otros problemas de salud.
  • Impacto socio/emocional y salud. La pérdida auditiva puede aumentar el riesgo de problemas de salud mental: ansiedad, paranoia y depresión, son riesgos a considerar. Las personas con pérdida auditiva se encuentran sobre-representados entre las muestras de pacientes que sufren de psicosis paranoides en las últimas etapas de la vida y las personas mayores con pérdida de audición presentan más probabilidades de desarrollar depresión comparadas con aquellas sin pérdida de audición.
  • Impacto cognitivo. Un nutrido número de publicaciones1,2 muestran que la pérdida de audición en personas mayores está asociada con la demencia de una manera independiente, lo cual contribuye al conocimiento de aquellos factores que contribuyen al descenso de la función cognitiva en nuestros mayores.
  • Impacto económico. La pérdida de audición genera una pérdida de ingresos, pérdida de empleo (Kochkin 2015) (las tasas de desempleo son más altas), aumento de en las tasas de bajas por enfermedad, reducción en las oportunidades para la progresión de su carrera profesional, y dificultades para recuperar el empleo. Se estima, que el coste en Europa de las pérdidas de audición no tratadas para 2025 es de 213 billones de euros. Así mismo, se estima que aproximadamente 900 millones de personas en el mundo padecerán una hipoacusia, de las cuales 90 millones pertenecerán a Europa3,4. Los costes anuales, directos e indirectos, de las pérdidas de audición no tratadas en diferentes países europeos oscila entre 32.000 euros en Alemania, 23.400 en Francia, 22.000 en Reino Unido, 21.300 en Italia, 16.300 en España y 14.000 en Polonia5.

“The real cost of Hearing Loss”, un informe de The Ear Foundation (2014)6 muestra el costo real de la pérdida auditiva de adultos y la posibilidad de reducir su impacto mediante el acceso a las últimas tecnologías en el tratamiento de la hipoacusia y de los TE. O’Neil7 ha demostrado que el coste económico de NO proporcionar soluciones tecnológicas para el tratamiento de la hipoacusia es superior al de haberlo proporcionado. Los Sistemas Sanitarios en Europa necesitan calcular el coste real generado por las pérdidas de audición. No proporcionar audífonos, implantes de conducción de vía ósea, implantes cocleares u otras soluciones auditivas, debe ser considerado como un riesgo importante. Ello da lugar hoy a costosas demandas sobre los Sistemas Sanitarios y generará relevantes gastos en cuidados sociales en el futuro. Proporcionar hoy ayudas para el tratamiento de la hipoacusia cambia las vidas de las personas y ahorra dinero a la sociedad. Un estudio en EEUU8 comparó personas portadoras o no de audífonos; aquellas con una hipoacusia severa no usuarias de audífonos tenían tasas de desempleo de casi el doble de las observadas en los que sí utilizaban audífonos, 15,6 versus 8,3%. Los resultados obtenidos con los implantes cocleares también ofrecen oportunidades en el mundo laboral. Monteiro9 describe que aquellos pacientes tratados con implantes cocleares incrementaron significativamente sus ingresos respecto a los que tenían antes de la implantación. Clinkard10 en un estudio encontró que mientras el 60% de los pacientes estaban desempleados antes de acceder a un implante coclear, después de ser tratados con él la tasa de desempleo se redujo al 49%. Huarte11, en un estudio, aplicando un cuestionario para la valoración de la satisfacción laboral en pacientes tratados con implante coclear, aprecia que el 93,05% de ellos se sienten más motivados para ir a trabajar, un 79,31% se consideran más competentes y un 67,23% mejoraron sus relaciones interpersonales en el ámbito de trabajo un año después de la activación del implante coclear. El trabajo concluye que el implante coclear proporciona una ayuda positiva en la esfera profesional al igual que en las destrezas sociales al beneficiar la capacidad de comunicación de los pacientes implantados.

Las caídas constituyen la causa más frecuente de traumatismos fatales y no-fatales, con un coste económico estimado en EEUU de 67,7 mil millones de dólares. Entre los factores de riesgo modificables descritos, se hace alusión a las medicaciones, problemas visuales, debilidad de extremidades inferiores y déficit de vitamina D, pero sorprendentemente, no se menciona la hipoacusia como factor predisponente, aunque como hemos señalado en este documento, existen evidencias científicas que muestran una asociación entre caídas e hipoacusia.

Como también se ha descrito en este documento, el deterioro cognitivo es una de las consecuencias de la hipoacusia en las personas mayores. En 2010 la prevalencia estimada de demencia en mayores de 70 años en EEUU era del 14,7%12. Cada año, entre 6 y 9 millones de personas sufren de demencia en Europa. El coste económico anual por persona en EEUU atribuible a demencia, publicado en 2013, fue de 56.290 dólares americanos12. En Europa, el coste económico directo e indirecto de todas las enfermedades cerebrales excede los 790 billones de euros, en comparación con los 200 billones relacionados con enfermedades cardiovasculares o 150 billones gastados en cáncer13. En 2009, el coste de la demencia, en personas mayores de 60 años, supuso un 0,79% y 0,77% del producto interior bruto de Francia e Italia, respectivamente14. Un inadecuado manejo de la hipoacusia puede dar lugar a costes adicionales. Se ha estimado que al menos se podría ahorrar 28 millones de libras esterlinas de los servicios Sociales en Reino Unido, si la hipoacusia se hubiera tratado adecuadamente en pacientes con demencia severa, retrasando así su necesidad de admisión en residencias con el coste económico correspondiente15.

Impacto positivo del tratamiento de la presbiacusia y los trastornos del equilibrio

En las últimas décadas se ha producido una revolución en la eficacia y poder de la tecnología de la comunicación, incluyendo audífonos, implantes de conducción de vía ósea, implantes cocleares y otras ayudas auditivas. Los Sistemas Sanitarios de Salud se encuentran en una mejor posición para enfocar correctamente aquellos problemas de salud y sus consecuencias sociales provocados por las pérdidas de audición y los trastornos del equilibrio.

Audífonos

Los audífonos constituyen una eficaz y bien aceptada solución para el tratamiento de la hipoacusia que arroja un 80-90% de utilización en diferentes estudios llevados a cabo. También conocemos por revisiones sistemáticas que los audífonos constituyen una intervención coste efectiva16,17,18. Las personas usuarias de audífonos presentan tasas de empleo de casi el doble que de aquellas que no lo hacen8.

Una revisión sistemática de la literatura médica llevada a cabo por la “American Association of Audiology Task Force” concluyó que los audífonos mejoran la calidad de vida de sus usuarios reduciendo los efectos negativos de la hipoacusia sobre aspectos psicológicos, sociales y emocionales19. Estudios más recientes sobre calidad de vida han señalado el efecto beneficioso de los audífonos20,21,22. También se han reportado resultados positivos en aquellos usuarios de audífonos, respecto a los no usuarios, que describen una mejoría en su socialización, salud mental y física23. El uso de audífonos mitiga el riesgo de dependencia social y de muerte precoz24,25, y su efecto es positivo sobre la depresión26.

Cada vez son más los estudios que demuestran la posibilidad de reducir el deterioro cognitivo con el empleo de audífonos. Un extenso estudio francés realizado de forma randomizada en una cohorte de 3.670 pacientes de 65 años o más demuestra el beneficio de la estimulación de la vía auditiva con el empleo de audífonos. Dicho estudio comenzó en 1989-1990 y los participantes han sido regularmente evaluados durante 25 años. El estudio concluye que la hipoacusia está asociada con una aceleración del deterioro cognitivo en adultos mayores y que en aquellos que utilizan audífonos este proceso se atenúa de forma signiticativa27.

Implantes cocleares

Los implantes cocleares, en líneas generales, son empleados en aquellas personas que padecen una pérdida de audición de grado severo-profundo. Desde su introducción en la década de los 80, son numerosos los estudios que demuestran su capacidad restablecer el acceso a la palabra hablada de aquellos pacientes con pérdidas severo-profundas, indistintamente de la edad a la que sean implantados28.

Los implantes cocleares, al restaurar la percepción auditiva, reduce la prevalencia de acúfenos, mejoran la calidad de vida, disminuyen los síntomas asociados con depresión y mejoran globalmente sus capacidades cognitivas29,30,31.

Los beneficios de una implantación coclear en términos de coste-beneficio han sido bien establecidos por una serie de revisiones sistemáticas e investigaciones32. Una revisión realizada en 2011 concluyó que la implantación unilateral muestra un balance costo-beneficio positivo, incluyendo dentro de esta asunción a los adultos mayores33. El empleo de implantes cocleares bilaterales está formando parte de la práctica clínica habitual en los últimos años, tanto de forma simultanea como secuencial34,35. Los implantes cocleares bilaterales ofrecen una superior capacidad para la localización de sonidos y discriminación del habla en ruido, en comparación con la implantación unilateral en adultos36,37. Una reciente evaluación económica en adultos tratados con implantes cocleares bilaterales secuenciales en Canadá, demostró ratios positivos de coste-beneficio38. Otro estudio randomizado multicéntrico realizado en Europa que compara el uso unilateral versus bilateral de implantes cocleares en una población adulta postlocutiva, concluye en el balance positivo coste-beneficio en aquellos pacientes con expectativas de vida igual o superior a 5-10 años39.

La audición es importante para el mantenimiento del equilibrio. Tradicionalmente, el equilibrio postural corresponde a un proceso donde el correcto funcionamiento del sistema músculo-esquelético depende de la adecuada interacción de los subsistemas somato-sensorial, vestibular y visual. Un fallo en uno de estos subsistemas afecta al mantenimiento del equilibrio. Es posible que este fallo pueda ser compensado por la actuación sobre otro subsistema, como es el de la audición. Como también ha sido comentado y Lin40 señala, las personas con una pérdida de audición tienen entre dos y tres veces más posibilidades de sufrir caídas que una persona normo-oyente. La adopción de medidas terapéuticas destinadas a reparar o rehabilitar aquellas lesiones que afectan al equilibrio resultan clave para reducir el riesgo de caídas, pero también puede colaborar en ello el tratamiento del problema auditivo. Resulta razonable considerar que el tratamiento de la hipoacusia también debe ser una prioridad en la prevención de las caídas y así promocionar la calidad de vida de los adultos mayores.

Por último, señalar la importancia del concepto de una detección precoz y una visión integral en el manejo de la presbiacusia y/o trastornos del equilibrio y sus factores etiopatogénicos. Ello permitirá la prevención como una intervención temprana, que será muy útil para mantener las habilidades comunicativas, cognitivas, mentales y de autonomía de los ancianos que en definitiva mejorará su calidad de vida y reducirá el impacto negativo que produce su dependencia en sus cuidadores y en la sostenibilidad económica de los sistemas de salud.

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