Libro blanco sobre la Presbiacusia

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ISBN: 978-84-09-30540-7

Dr. Abel Guzmán Calvete - Dra. Laura Cavallé Garrido - Prof. Constantino Morera

Prevención y tratamiento farmacológico de la presbiacusia

Introducción

La presbiacusia es la afectación sensorial del órgano de la audición, encuadrada en el marco del proceso de envejecimiento.

Este proceso de envejecimiento no es homogéneo en los diferentes individuos y es conocido que sujetos con edad similar presentan diverso grado de detrimento de sus capacidades, al igual que ocurre con el grado de hipoacusia. Esto es debido a que los procesos de envejecimiento están ligados tanto a factores hereditarios como a factores ambientales, por tanto, ambos condicionan la pérdida auditiva, que se considera un proceso de origen multifactorial.

Como factores predisponentes, cabe destacar la presencia de hipoacusia previa de cualquier causa, que se agravará al aparecer la presbiacusia. Las alteraciones cardiovasculares (coronariopatías, accidentes vasculares cerebrales, hipertensión, etc.), la diabetes, el hipotiroidismo y factores de riesgo como el tabaco y/o el alcohol pueden acelerar el proceso natural de envejecimiento, lo que también aceleraría el avance de la pérdida auditiva.

Los avances genéticos han permitido encontrar genes causantes de hipoacusia neurosensorial tanto clínica como experimentalmente lo que abre nuevas perspectivas en el conocimiento de las hipoacusias. Por ejemplo, se ha identificado un gen en el cromosoma 10 o gen AHL (Agerelated Hearing Loss) causante de hipoacusia ligada a la edad en líneas de ratones mutantes. Otros genes responsables de hipoacusia neurosensorial (HNS), como son los causantes de hipoacusia sindrómica en el Síndrome de Usher y de Prended. También se han descubierto genes causantes de hipoacusias no sindrómicas con patrones de herencia mendeliana, como las mutaciones en los cromosomas 10, 11, 14 y 1, así como patrones de herencia mitocondrial como la mutación A1555delG, que aumenta la sensibilidad a los aminoglucósidos, localizado en el cromosoma 12.1, 2, 3

La evolución demográfica de la población, con el aumento de la expectativa de vida, convierte la presbiacusia en un problema creciente que conlleva un detrimento en la calidad de vida, pues crea mayor dependencia, aislamiento y tendencia a la demencia.

El oído interno del hombre carece de la capacidad de regenerar las células sensoriales dañadas y actualmente no existe ningún tratamiento que permita la regeneración de las mismas. Por ello el manejo de la presbiacusia se basa fundamentalmente en la prevención y rehabilitación.

En consecuencia, el tratamiento tiene diversas vertientes: el tratamiento preventivo, el tratamiento de las enfermedades adyacentes y agravantes de la hipoacusia, y el tratamiento específico para la presbiacusia, dentro del cual se encuadran el tratamiento farmacológico y el tratamiento protésico y rehabilitador, este último constituye la base fundamental del tratamiento de esta enfermedad en la actualidad.

Tratamiento preventivo y de enfermedades adyacentes

Al ser la presbiacusia una enfermedad de origen multifactorial, influida por factores ambientales y genéticos, el tratamiento preventivo estaría basado en actuar sobre estos factores antes de que se produjera la enfermedad. Está basado en dos aspectos: uno, el tratamiento de las hipoacusias previas, y dos, en el tratamiento de las enfermedades coadyuvantes.

Como hemos citado, una hipoacusia previa puede verse agravada por el proceso de deterioro auditivo fisiológico del envejecimiento. Esto puede ocurrir tanto en la HNS como en la hipoacusia de transmisión, cuyo tratamiento será el de la patología otológica existente.

Las HNS hereditarias, sindrómicas y no sindrómicas y las adquiridas por traumas acústicos, ototoxicidad e inmunológicas, entre otras, provocan deterioro de la audición. En estos casos, no hay tratamiento etiológico, pero su existencia puede agravar la presbiacusia. Por ello deben adoptarse medidas preventivas que deben aplicarse, como evitar ototóxicos y ruidos ambientales o laborales. La hipoacusia de trasmisión provocadas por otitis y otras patologías aún con tratamientos previos adecuados, deben ser objeto también de especial seguimiento de su nivel de audición al llegar a la senectud.

Tabla 1.
Modificación del test original NHHI para pacientes.9

Tabla 2.
Modificación del test original NHHI para personal sanitario.9

Con respecto al tratamiento de las enfermedades coadyuvantes, la hipertensión, la diabetes, alteraciones hormonales, etc., pueden agravar el proceso general de envejecimiento como también pueden hacerlo hábitos tóxicos como el tabaco o el alcohol. El tratamiento de estas enfermedades, suspender los malos hábitos y llevar un estilo de vida saludable podría disminuir el riesgo o frenar la progresión de la pérdida de audición, pero no ha sido demostrado objetivamente.4

Existen estudios en ratones sometidos a dietas pobres en calorías en los que se ralentiza la aparición de la presbiacusia por enlentecer el proceso de la apoptosis,3 y estudios recientes muestran también la desaceleración en la caída de la audición con el mantenimiento de una buena función inmune.5, 6

También existen evidencias hemorreológicas que sugieren que pacientes con presbiacusia tienen tendencia a la hiperviscosidad, por lo que esta podría ser una diana terapéutica preventiva.7

Dado que se han detectado factores genéticos como causa de hipoacusia, en un futuro se podría incidir sobre ellos. De momento, su utilidad se limita al diagnóstico etiológico y a ofrecer consejo genético en pacientes afectos con determinadas mutaciones genéticas que desearan tener descendencia.4

Además, se puede realizar una prevención secundaria de la presbiacusia, y actualmente existen estrategias de despistaje, con cuestionarios de detección precoz, como el cuestionario de evaluación de NHHI (Nursing Home Hearing Handicap Index) realizado por el paciente y por el personal sanitario. Ha demostrado su utilidad para descubrir la discapacidad auditiva de las personas de edad avanzada. Además de estos cuestionarios, las medidas evaluativas como las audiometrías tonales y de comprensión verbal también pueden servir para ayudar a ofrecer un diagnóstico precoz. Este diagnóstico precoz es de utilidad para evitar la exclusión social y el aislamiento del paciente de edad avanzada con pérdida auditiva para establecer programas de tratamiento adecuados.9

Existen estudios que constatan que las personas con pérdida auditiva son más propensas a desarrollar enfermedad de Alzheimer o demencia senil, y que esta pérdida auditiva relacionada con la edad es un factor de riesgo potencialmente reversible.

De hecho, la desaparición del factor hipoacusia es capaz de reducir el 8% de los casos de demencia, incluso más que otros factores como el nivel educativo, la hipertensión arterial, la obesidad o el tabaquismo.19

Tratamiento farmacológico

No existe tratamiento farmacológico específico para la hipoacusia neurosensorial relacionada con el envejecimiento.

Se ha resaltado el papel de diversas sustancias que actuarían como antioxidantes que intervienen en el proceso de apoptosis celular.10, 11

Se han utilizado complejos vitamínicos con vitamina E, B, C y vitamina A, rebamipida así como ácido fólico, sin que exista evidencia de su eficacia, y con estudios que han llegado a resultados muy discordantes, por ejemplo, entre la relación de niveles de ácido fólico y vitamina D y presbiacusia.12, 13

También se han propuesto terapéuticas experimentales como el ácido pantoténico, coenzima A o la coenzima Q10 para frenar la evolución.14

Existen diversos fármacos que se han utilizado para evitar o disminuir el deterioro auditivo, con dianas terapéuticas distintas. Una diana ha sido la isquemia tisular, para lo que se ha utilizado extracto de gingko biloba, que tendría un efecto vasodilatador, así como ionotropos como los calcioantagonistas, por ejemplo, el nimodipino o el nicardipino. Otra diana ha sido modificar la neurotransmisión cerebral, para la que se han utilizado nootropos como la dihidroergotoxina y dihidroergocristina, que estimulan los receptores dopaminérgicos y serotoninérgicos. Otros fármacos como el piracetam se han utilizado para ayudar en la captación de oxígeno por parte de la neurona.15

Con el conocimiento creciente de los mecanismos moleculares implicados en el complejo sináptico en la cóclea, se han propuesto varios tratamientos que actuarían en las neuronas del ganglio espiral como son alfabloqueantes, antiserotoninérgicos y dopaminérgicos.16

Se ha visto que pramipexol (dopaminérgico) podría ser eficaz contra el tinitus subjetivo asociado a presbiacusia, en un protocolo usado en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, pero que no modificó los umbrales auditivos.17

También se ha propuesto el uso preventivo de hipolipemiantes como la atorvastatina en pacientes sin colesterol elevado y existen estudios en los que se evidencia mejoría en el caso de tinitus pero no en los umbrales de audición.18

Aunque existen múltiples trabajos aislados sobre todos estos fármacos, no hay gran evidencia científica para su utilización y es difícil constatar su eficacia, ya que son necesarios ensayos clínicos con grandes tamaños muestrales, con estudio a doble ciego y seguimientos a largo plazo, y estos son generalmente problemáticos dadas las características específicas de la población que estudiar.15

Uno de estos estudios, de 2013, de Polanski JF y Cruz OL. aleatorizado y con doble ciego, observó el efecto del ginkgo biloba, el ácido α-lipoico más vitamina C y clorhidrato de papaverina más vitamina E, durante su administración y a los 6 meses, sin evidenciar cambios estadísticamente significativos en el umbral de audición ni en el reconocimiento de voz.20

No obstante, muchos de estos fármacos no conllevan efectos adversos y son de fácil manejo, por lo que son ampliamente utilizados.

Conclusiones

La presbiacusia se enmarca en el cuadro de envejecimiento global con una gran variación individual, y requiere una visión general sobre el paciente ya que, además de la presbiacusia, probablemente tenga problemas de motricidad, problemas de agudeza visual, tensión arterial elevada, etc. Por ello se deben ofrecer soluciones al paciente abordando su caso desde un punto de vista multidisciplinar.

Sobre la farmacoterapia, no existe gran evidencia científica de su eficacia, por lo que se hacen necesarios estudios más completos. Mayor relevancia tienen la prevención de patología otológica o general previa y el tratamiento de enfermedades adyacentes para frenar el proceso general de envejecimiento. Los métodos de detección precoz pueden ser de utilidad para ralentizar las repercusiones y mejorar en lo posible la calidad de vida de los pacientes afectos de presbiacusia.

Hasta ahora la rehabilitación del proceso de la comunicación con prótesis auditivas es el tratamiento más eficiente y él comúnmente utilizado que, aunque no restablece la audición normal, permite a los pacientes con presbiacusia reintegrarse en el mundo sonoro.

Bibliografía

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